jueves, 21 de junio de 2007

EL HOMBRE ADORABA AL SOL


¿POR QUÉ POR MILENIOS

LOS HOMBRES ADORARON AL SOL?

¿EL SOL ES EL LOGOS DE LA INTELIGENCIA

OMNICREANTE?

Hablemos un poco!...

Ciertamente sí, se considera que los astros cercanos nos dan Luz, Verdad y Vida. Sin esta glándula macrocósmica, sin este núcleo dispensadora de la Idea Creativa, la macrocélula, los planetas no habrían podido sobrevivir, no habrían podido existir. La disolución sería inevitable si viniera a menos, la fuerza coexistente y la fuerza vital que une armoniosamente la macromolécula. Los antiguos padres de la especie humana, tenían exacto conocimiento de la real función ejercida por el Sol. Sabían mucho, mucho más, de cuanto conoce la moderna ciencia. Lo adoraron, porque eran conscientes que el Sol, representaba la causa primaria de la existencia de todas las cosas manifestadas, comprendido el hombre.

Bueno es el Sol, sin él, ninguna cosa existiría. El Sol es también el Logos de la Idea Omnicreante, la fragua donde se diversifica la Inteligencia, encarnándose ya, en aquella cosa, ya en la otra, experimentando y contribuyendo al crecimiento de la evolución de la macromolécula de la macrocélula. El hombre ha sido puesto en el ápice de esta numerosísima estructura piramidal y varios grupos enzimáticos que elabora la macrocélula Tierra. En esa elabora cuerpos y anticuerpos, energías agregantes y energías disgregantes, hace sobretodo una Ley inviolable y eterna: Causa y efecto.

Las azucenas se recogen si se siembran azucenas; los cardos se recogen si siembran cardos; pero el hombre de este tiempo, querría recoger amor y sembrar odio, paz y sembrar discordia y guerra, justicia sembrando injusticia, bien sembrando mal. Los efectos no pueden ser diversos de aquellos que, día tras día se suceden. No es posible recoger el bien, el amor, la justicia y la paz. !No es posible! Entonces la Inteligencia Omnicreante está obligada a intervenir. ¡Hemos hablado un poco!

EL MAESTRO


Un siervo de los siervos de Dios

Santiago el hermano del Señor